¿Quien es feliz cuando somos felices? La mente.
¿Quien sufre cuando sufrimos? La mente.
Es a través de la mente que llegamos a la iluminación, pero es también a través de la mente que sucede el sufrimiento infinito. Resulta necesario, pues, entrenar ante todo la calma mental, y la meditación Shiné lo facilita. Una vez alcanzada la calma mental hay que estabilizarse ahí, y así se reducirá el nivel de pensamiento que produce el dolor y el sufrimiento. Hay que conseguir hacerse cargo de la propia mente, reduciendo el pensamiento discursivo y alcanzando una mente más abierta y relajada. La mente es un caballo salvaje, y necesitamos un método para domarlo.